Por si aún no lo sabías, ya es Halloween o Día de Muertos aquí en México. La tradición, que tiene lugar el 31 de octubre de cada año, tiene su origen en el antiguo festival celta de Samhain, en el que la gente encendía hogueras y se disfrazaba para ahuyentar a los fantasmas. Con el tiempo, ha ido evolucionando y ha traído actividades como pedir caramelos, ver películas de miedo, fiestas de disfraces y tallar calabazas.
Si estás preparando las calabazas para recibir a los niños y no sabes qué hacer con las semillas, te ayudamos. En realidad, hay muchas cosas que puedes hacer con las semillas de calabaza , y te garantizamos que probablemente ni siquiera has pensado en la mitad de ellas. Sigue leyendo para saber cuáles son y cómo puedes reducir tus desperdicios este Halloween.
Las semillas de calabaza, al igual que su pulpa, son un alimento nutritivo y seguro para pájaros y otros animales, como ardillas y conejos. Puedes tostar las semillas y echarlas al exterior, o incluso conservarlas crudas. De hecho, son una comida tan sabrosa que probablemente acabes pasando mucho tiempo intentando mantener a los animales fuera de tu jardín.
Gracias a los nutrientes y vitaminas de las semillas de calabaza, también puedes disfrutar de sus beneficios en la piel. Es muy sencillo: todo lo que tienes que hacer es mezclar las semillas con una base nutritiva como la miel o el yogur. Después, solo tienes que untártelo por toda la cara, con cuidado de evitar los ojos, ¡y dejar que la mascarilla haga su magia!
Las semillas de calabaza son un gran complemento para incorporar a tu dieta. Comer sólo una pequeña cantidad de ellas puede aportarte una cantidad considerable de grasas saludables y minerales. Por eso se han asociado a varios beneficios para la salud, como la mejora de la salud cardiovascular, la salud de la próstata y la protección contra ciertos tipos de cáncer.
Además, las semillas contienen magnesio, un mineral esencial que no sólo actúa como relajante muscular, sino que también favorece la secreción de melatonina, ayudando a conciliar el sueño. Se pueden secar al sol o en un horno caliente durante 3 o 4 horas. Remuévelas con frecuencia para evitar que se quemen.
Si no te gusta la idea de comer las semillas enteras, ¿por qué no las pasas por la licuadora y preparas un licuado? Es una excelente forma de obtener todos esos nutrientes adicionales y, al mismo tiempo, tendrá un sabor delicioso. Además, las semillas de calabaza tienen un agradable sabor a frutos secos que puede combinar bien con ingredientes como el yogur y el plátano.
Por último, puedes proponerte un reto para el año que viene y simplemente cultivar tu propia calabaza. Lo único que tienes que hacer es remojar las semillas en agua de la llave para quitarles la pulpa y luego escurrirlas antes de extenderlas sobre un trapo de cocina y dejar que se sequen del todo.
Una vez secas (tardarán uno o dos días), ponlas en un recipiente y mételo al refrigerador. Pasadas dos semanas, puedes plantar las semillas en el jardín o en macetas en casa. Recuerda elegir un lugar soleado y no te olvides de ellas.
