Con tanto movimiento relacionado con las carreras y el entrenamiento de fuerza, a veces se deja de lado la máquina de remo. Sin embargo, el remo es uno de los ejercicios cardiovasculares más versátiles del gimnasio. No sólo aumentará tu capacidad aeróbica, sino que también fortalecerá todo tu cuerpo. De hecho, según Concept2, el remo utiliza el 86% de los músculos del cuerpo.
Pero hacer remo es mucho más que subirse al asiento y tirar de los brazos hacia delante y hacia atrás. Éste es sólo uno de los (muchos) errores comunes que se cometen al practicar. Requiere una técnica correcta, entender la máquina y cómo funciona, para que realmente puedas sacar el máximo provecho de tu entrenamiento. Con eso en mente, aquí hay cinco errores comunes que se comenten al practicar remo y cómo evitarlos, para que puedas tener el entrenamiento.
Uno de los errores más comunes en las máquinas de remo es confiar únicamente en los brazos para finalizar el ejercicio. Se trata de un ejercicio para todo el cuerpo y, si solo utilizas los brazos, no solo te perderás todos los beneficios, sino que también te cansarás mucho más rápido.
En su lugar, debes empezar con un fuerte impulso de las piernas, manteniendo el tronco contraído, y terminar la remada tirando con los brazos. Puede que te hayas dado cuenta (o no) de que la parte inferior de las correas de los pies en el remo se levantan cuando levantas el talón. Esto es para que puedas empujar a través de la parte media del pie para ayudar a impulsarte hacia atrás. Las piernas, los glúteos y el tronco son fundamentales para remar con fuerza, así que úsalos.
El amortiguador es la pestaña ajustable con números que se encuentra en el lateral de la rueda de inercia de una máquina de remo y normalmente está numerada del uno al 10. La gente suele pensar que tiene que ver con los niveles de resistencia (uno es fácil y 10 es el más difícil), pero esto es incorrecto. Lo único que hace el amortiguador es ajustar la cantidad de aire que entra y sale de la rueda de inercia: el 10 abre la rueda y deja pasar la mayor cantidad de aire, por lo que gira más despacio, mientras que el uno cierra y deja pasar la menor cantidad de aire, por lo que gira más rápido.
Concept 2 dice: "El ajuste del amortiguador es similar al cambio de velocidades de la bicicleta: afecta a la sensación de remar pero no afecta directamente a la resistencia. Un ajuste más bajo del amortiguador en el remo indoor es comparable a un cambio más fácil en una bicicleta". Por lo tanto, el ajuste del amortiguador depende de ti, así que experimenta. Pero sólo porque alguien lo tenga ajustado a 10 (muy poco probable) y tú a 3, no significa que la otra persona vaya a recorrer más metros que tú.
Otro error común es agarrar el mango con fuerza como si fuera a ir a alguna parte. Un agarre tenso no sólo tiene un impacto negativo en las muñecas, sino también en los antebrazos y los hombros, y puede provocar que te canses más rápidamente. Recuerda que el remo es un ejercicio para todo el cuerpo, no sólo para la parte superior. En lugar de eso, sujeta el mango a la altura de los hombros con un agarre relajado y el pulgar colocado alrededor. Esto ayudará a que tu movimiento sea más fluido y no cansará innecesariamente los grupos musculares más pequeños.
Puede que te hayas encontrado con el "remero enojado" en tu gimnasio, esa persona que vuela hacia atrás, tirando violentamente del mango hasta la altura de los hombros. No es una buena forma de hacerlo. La forma correcta, según British Rowing, es tirar de la empuñadura en línea recta hacia el pecho, más concretamente hacia la parte inferior de la costilla o el esternón. ¿Por qué? No sólo hará que tu brazada sea mucho más suave (y un remo más suave es menos cansado), sino que también mantendrá el movimiento de la rueda de inercia a una velocidad constante.
Es muy fácil convertirse en el jorobado de Notre Dame cuando se practica remo, ya que el asiento no tiene soporte para la espalda, pero esto equivaldrá a un mal ejercicio. Al encorvar la espalda, el pecho se hunde hacia delante, ejerciendo una presión innecesaria sobre la columna vertebral, lo que te impedirá remar con fuerza. También puede dificultar la respiración al comprimir los pulmones.