Dormir bien es muy importante para la salud y el bienestar. Aunque hay muchas medidas que puedes tomar para asegurarte de que descansas lo que necesitas, como tener el mejor colchón, acostarte a la misma hora todas las noches y limitar el impacto de la luz azul, hay cosas que no puedes controlar tan fácilmente, como los sudores nocturnos.
Tanto si eres de los que suda de forma natural como si experimentas sudores nocturnos de vez en cuando, no son lo más agradable y pueden afectar a la calidad de tu sueño. Despertarse sudoroso interrumpe el sueño y ponerse una pijama nuevo y sábanas limpias es molesto, lleva tiempo y dificulta la conciliación del sueño.
Aquí tienes 5 razones por las que puedes tener sudores nocturnos y 5 formas de evitar que te arruinen el sueño.
Según Mayo Clinic, los sudores nocturnos se describen como episodios repetidos de sudoración intensa durante el sueño, a veces lo bastante intensa como para empapar la ropa de cama o de vestir. Aunque los sudores nocturnos pueden ser tan simples como tener demasiadas sábanas encima, también pueden estar causados por una enfermedad no diagnosticada.
En el T3 Latam no somos profesionales de la medicina, así que si te preocupan los sudores nocturnos, deberías consultar a un médico. Pero después de mucho investigar, hemos encontrado 5 razones por las que podrías estar experimentando sudores nocturnos.
Si sientes demasiado frío o demasiado calor, es posible que no sepas regular la temperatura corporal. Hay muchas razones por las que podrías tener una mala regulación de la temperatura, como estar en una habitación caliente y dormir bajo demasiados edredones, o podrías estar experimentando cambios hormonales o problemas nutricionales.
Consumir alcohol, cafeína y alimentos picantes antes de acostarse puede provocar sudoración excesiva. Estas bebidas y alimentos provocan subidas de la temperatura corporal y, como el alcohol y la cafeína actúan como estimulantes, afectan al funcionamiento del sistema nervioso y pueden aumentar la actividad, como la sudoración excesiva.
Algunas recetas y medicamentos pueden tener como efecto secundario la sudoración nocturna. Asimismo, ciertas enfermedades como el cáncer, la hipoglucemia, los trastornos autoinmunitarios, el hipertiroidismo y las infecciones víricas también pueden provocar sudoración excesiva, según Healthline.
Una de las causas más comunes de los sudores nocturnos es la menopausia. Los cambios en los niveles hormonales (debidos en gran medida a la fluctuación de los niveles de estrógeno y progesterona) provocan calores y sudores nocturnos en las mujeres menopáusicas. El embarazo y los ciclos menstruales también afectan a la temperatura corporal, así como el bajo nivel de testosterona en los hombres.
Los sudores nocturnos también pueden aparecer si la persona está estresada, tiene problemas de ansiedad o sufre ataques de pánico. Normalmente, los sudores nocturnos inducidos por el estrés pueden ir acompañados de respiración acelerada, frecuencia cardiaca elevada y dificultad para conciliar el sueño.
Los sudores nocturnos pueden ser difíciles de soportar, pero hay algunas cosas que puedes hacer para evitarlos y tener un sueño nocturno más cómodo y sin sudores.
En primer lugar, ten en cuenta el colchón y las sábanas. Algunos colchones pueden retener el calor más que otros al restringir el flujo de aire, lo que hace que sudes más. Si crees que este es el caso de tu colchón, deberías sustituirlo o añadir uno de los mejores cubrecolchones a tu cama. Cuando busques un nuevo colchón o topper, intenta encontrar uno que tenga propiedades refrescantes como el DreamCloud Luxury Hybrid o el Simba Hybrid Topper.
Las sábanas también pueden hacerte sudar, ya que algunos materiales retienen el calor más que otros. Las sábanas de bambú y seda son las mejores para las personas que duermen con calor, ya que ambos materiales son transpirables, ligeros, frescos al tacto y alejan la humedad del cuerpo para mantenerte fresco durante la noche.
Dormir en un cuarto caluroso puede provocar sudores nocturnos, por lo que debes bajar la temperatura de la habitación antes de acostarte. Una temperatura ambiente más baja evita que el calor se acumule a tu alrededor e indicará a tu cuerpo que es hora de enfriarse y relajarse, lo que también puede ayudarte a conciliar el sueño más rápidamente.
Para evitar los sudores nocturnos y que se te moje ta ropa, elige pijamas transpirables y ligeras. Llevar un pijama de franela gruesa a la cama cuando hace calor es lo peor que puedes hacer, ya que el material atrapa el calor. La ropa ajustada también retiene el calor, así que elige prendas holgadas y ventiladas.
Como ya hemos dicho, el alcohol y la cafeína son estimulantes que pueden hacer que sudes más por la noche. Para evitarlo, evita beber alcohol o cafeína demasiado tarde por la noche, normalmente dos horas antes de acostarte, para no alterar la calidad ni la duración del sueño. Las comidas picantes o pesadas también pueden hacerte sudar y provocarte ardor de estómago, por lo que deberías hacer tu última comida 3 horas antes de acostarte.
Para ayudarte a regular la temperatura, bebe un poco de agua fría antes de acostarte. El agua fría facilita que el cuerpo mantenga una temperatura central más baja, por lo que es menos probable que sude en exceso. Tomar una ducha fría antes de acostarse también ayuda a regular la temperatura.