Cuando inviertes en una nueva bicicleta de carretera, una vez que has elegido el modelo que mejor se adapta a tus necesidades en términos de coste y componentes, la elección final antes de entregar el dinero que tanto te ha costado ganar es el tamaño. Aunque esto puede parecer sencillo (la mayoría de las marcas ofrecen una talla sugerida en función de la altura y, a veces, de las medidas interiores de las piernas), no siempre está claro. Una misma talla se adapta a diferentes estaturas, y a veces hay diferencias entre las distintas tallas, y eso antes de tener en cuenta que tus propias dimensiones (como la relación pierna-torso) pueden no coincidir con las tallas genéricas ofrecidas.
Para asegurarte de que compras la bicicleta más adecuada, vale la pena al menos sentarte en una en una tienda de bicicletas antes de comprarla, mientras que para obtener una respuesta precisa, puede valer la pena ir a un taller de ajuste de bicicletas. El gasto puede parecer innecesario, pero es la única forma de asegurarse de que se lleva a casa la bicicleta ideal.
Pero si ya tienes una bicicleta y quieres que te quede como un guante, el jefe de ajuste de bicicletas de Pearson Cycle, Nas Karimi, ha compartido sus consejos para ajustarla correctamente.
Antes de sacar las llaves Allen, lo primero que tienes que mirar son tus tenis, sobre todo si utilizas zapatillas con calas automáticas. El pie siente toda la fuerza del pedaleo y transfiere la potencia de las piernas a las bielas, por lo que unos tenis de tamaño incorrecto pueden reducir la eficacia del pedaleo, la transferencia de potencia y el control, y causar molestias en las salidas más largas.
"Mucha gente no es consciente de que el calzado es demasiado grande porque no obtiene tanta sensibilidad, pero un síntoma visual es que se puede ver que el pie no se queda quieto dentro de los tenis."
Dice Karimi.
Los signos incluyen que el talón se levante de la parte trasera o que el pie apunte hacia la parte delantera del zapato sólo para conseguir algo de compra.
"Se nota que hay menos control de la pierna en general, así que cuando un ciclista lleva unos tenis demasiado grandes, le cuesta mantener el peso sobre el pedal, y entonces la pierna también puede volverse algo inestable en el proceso".
Dice Karimi.
Un tenis demasiado pequeño es más obvio (a veces se puede ver el pie casi hinchado en el lateral del zapato si es demasiado estrecho), mientras que entre los efectos secundarios más comunes se encuentran "los hormigueos o la pérdida de sensibilidad en los pies".
Karimi explica que los tenis perfectos son cómodos, no se mueven mucho por dentro, pero también dejan un poco de margen de maniobra para superar la inflamación que se produce de forma natural en las salidas más largas. Añade que la anchura también es un factor que a veces se pasa por alto, y que vale la pena buscar diseños amplios si tienes un pie especialmente ancho.
Siguiendo con el calzado, si utilizas pedales automáticos, el siguiente error común es la alineación de las calas. De nuevo, una cala mal colocada puede tener un efecto perjudicial en la eficacia del pedaleo y causar molestias en ambos lados del pie.
"Si las calas están demasiado adelantadas, los ciclistas tienden a levantar el pie hacia delante y a elevar el talón, porque ahí es donde está la zona de contacto; a veces se puede ver eso con las calas demasiado atrasadas, pero la mayoría de las veces los tenis lo restringen. Además, si pones la cala hacia el exterior o el interior del pie, puedes ser susceptible de sufrir más presión en esa zona".
Dice Karimi.
Para rectificar esto, recomienda reajustar las calas a una posición completamente neutra (que "coincida por igual en ambos tenis") y, a continuación, localizar el primer y el quinto metatarsiano (los nudillos del dedo gordo y del meñique). La idea es trazar una línea imaginaria entre ambos y asegurarse de que esta línea está por delante del eje del pedal. Esto es más fácil gracias a unas pequeñas muescas en la parte inferior de las calas que puedes alinear con los metatarsos.
"El grado de adelantamiento varía, pero hay que asegurarse de que el metatarso esté más adelantado que el eje del pedal: si se pisa el pedal, el nudillo estará más adelantado que el centro del pedal y el suelo será más sólido".
Dice Karimi.
Reconoce que para algunos ciclistas, una posición neutra no es suficiente y que la alineación de las calas es bastante complicada, sobre todo si hay asimetrías con el cuerpo. En estos casos, recomienda el asesoramiento de un experto.
¿Te duelen las rodillas o la cadera? Lo primero es lo primero, probablemente no sea tu asiento.
"Mucha gente viene y reserva un ajuste de bicicleta, y su razón principal es que tienen problemas con el asiento. Una vez que se ha solucionado el problema, la mayoría de la gente puede seguir utilizandolo. Normalmente me fijo en la elección del asiento una vez que he evaluado toda la posición y he realizado el ajuste completo de la bicicleta; entonces podemos analizarlo de forma aislada".
Dice Karimi.
En su lugar, sugiere que sería una buena idea fijarse en la altura del asiento. "Todo el mundo tiene diferentes niveles de sensibilidad", dice Karimi, pero que por lo general hay un punto ideal de entre 9-12 mm.
"El principal síntoma de sobreextensión [por tener el asiento demasiado alto] es que no sientes que eres capaz de terminar la pedalada y, por lo tanto, estás comprometiendo tu cuerpo. Acabas aumentando un poco la presión sobre él porque es lo que te sujeta la carga. Incluso puede que te des cuenta de que te mueves un poco (balanceándote o deslizándote hacia delante) porque no llegas al fondo."
Dice Karimi.
"Cuando está demasiado bajo, empiezas a sentirte un poco acalambrado y como si necesitaras más espacio para terminar de pedalear. La rodilla puede sentirse bastante tensa, especialmente alrededor de la cadera".
Explica Kamiri
Si algo de lo anterior es cierto, es hora de empezar a ajustar la altura del asiento hacia arriba o hacia abajo hasta que encuentres tu punto óptimo. (Esto es mucho más fácil si tu bicicleta está preparada para un turboentrenador). ¿Y cómo sabes cuándo lo has encontrado? "Todo se siente en gran medida sin esfuerzo".
Aunque hay un número casi infinito de ajustes que puedes hacer en tu bicicleta (desde la longitud del brazo de la biela hasta posiciones ligeramente diferentes dependiendo de si estás rodando predominantemente por carretera, contrarreloj/triatlón u off-road), el último punto importante es la posición de tu manubrio.
Los síntomas de que el tuyo no está del todo bien son dolores en la parte superior de la espalda, los hombros, los brazos o las articulaciones de los brazos (hombro, codo, muñeca o mano), y pueden variar desde molestias leves hasta lesiones nerviosas. "Cuando sientes bastante pesadez en las manos, es una clara señal de que estás aplicando demasiado peso sobre ellas", dice Kamiri.
Pero como hay una serie de ajustes que se pueden hacer, no siempre es tan sencillo como subir o bajar el manubrio. "El ajuste tiene que ver con dónde está, es decir, si está demasiado cerca o demasiado lejos, demasiado alto o demasiado bajo, pero también tiene que ver con dónde estás sentado: a veces eso significa que tenemos que mover a los pilotos un poco hacia atrás".
La posición óptima te dejará con un agarre firme del manubrio y la palanca y con una línea recta desde la muñeca hasta el hombro, sin que las manos estén dobladas hacia fuera y las muñecas hacia dentro (manubrio demasiado anchos) o los codos empujados hacia fuera (manubrio demasiado estrechos).
Para los aficionados a la mecánica, el ajuste perfecto puede conseguirse subiendo, bajando, alargando o acortando la potencia, girando el manubrio y ajustando las palancas. Y para los que no lo son, probablemente sea mejor dejarlo en manos de los expertos.
Sin embargo, Kamiri cree que vale la pena. " Desde el punto de vista de la postura, te sientes más estable porque no estás forzando las manos; sientes que controlas más la bicicleta; puedes mirar a tu alrededor con más facilidad; te duelen menos el cuello y los hombros; básicamente puedes rodar durante más tiempo sin que te resulte difícil.
