Cada año se lanzan tantos juegos indie que es casi imposible seguirlos todos, y ahora que acabamos de pasar el ecuador de 2025, es un buen momento para hacer un repaso y recordar todos los grandes títulos a los que hemos podido jugar hasta ahora.
Desde videojuegos de plataformas muy difíciles y retroinspirados en la era GBA, hasta un juego de fútbol que hace que FIFA parezca aburrido, aquí están tres de nuestras selecciones indie del año hasta ahora.
Los fans de Limbo, Inside y Super Meat Boy definitivamente deberían darle una oportunidad a Bionic Bay en PC o PS5.
Se trata de un juego de plataformas en 2D en el que juegas como un científico silencioso que tiene que escapar de un misterioso mundo biomecánico (en serio, el juego no te dice casi nada). Para ello, tienes que lanzarte literalmente por niveles llenos de peligros que te matan al instante, por lo que hay que calcular bien los saltos.
Bionic Bay es un juego de plataformas basado en la física, pero que se atreve a desafiar la ciencia a favor de la diversión. Obtienes una serie de habilidades diferentes a lo largo de la campaña de ocho horas (más o menos), pero el gran truco del juego es una mecánica de intercambio que permite a nuestro desafortunado héroe intercambiar su lugar con objetos que primero ha tocado con una herramienta especial.
Esto da lugar a algunos escenarios de puzzles realmente ingeniosos y, aunque Bionic Bay es ridículamente difícil a veces, un sistema de puntos de control extremadamente generoso hace que rara vez te sientas frustrado por tus muchas (muchas) muertes.
Despolete, un juego de fútbol como ningún otro, es una aventura realista y sorprendentemente bien realizada sobre los recuerdos borrosos de un niño de ocho años (ahora adulto) llamado Julián.
El juego está ambientado en un barrio de la ciudad de Quito, en Ecuador, donde creció, específicamente durante la campaña de clasificación para la Copa del Mundo de 2002, en la que el país sudamericano hizo su tan esperado debut. Naturalmente, todos los personajes que te encuentras en el juego están obsesionados con los logros deportivos del país, y ninguno más que Julián, un apasionado del fútbol.
Despolete se juega en primera persona y, durante la mayor parte del breve tiempo que dura el juego, harás las cosas normales que hace un niño: ir al colegio, huir de los niños mayores, ignorar las órdenes de tus padres y, en general, hacer travesuras. También podrás patear muchos balones, y la simpática física del juego solo contribuye a aumentar su encanto.
Es sin duda uno de los mejores juegos que hemos jugado sobre la infancia, y está disponible en un gran número de plataformas, así que no hay excusa para perdérselo.
El juego con el memorable nombre de Pipistrello and the Cursed Yoyo salió definitivamente en 2025, pero si no supieras nada más, probablemente pensarías que se trata de un clásico de culto de la era Game Boy Advance.
Sin duda, si tienes buenos recuerdos de juegos como The Legend of Zelda: The Minish Cap en la icónica consola portátil de Nintendo, tienes que darle una oportunidad a este.
Se trata de un juego de aventuras igualmente colorido y con perspectiva aérea en el que juegas como un pequeño murciélago llamado Pippit, que también es un maestro del yoyo poco valorado.
Después de que unos villanos roben el negocio de energía de una familia rica, Pippit tiene que convertirse en héroe y su preciado juguete (ahora maldito) se convierte tanto en un arma como en una herramienta para viajar.
Pipistrello and the Cursed Yoyo tiene todo lo que se puede pedir a un juego retro al estilo Zelda: una divertida exploración del mundo, mazmorras ingeniosamente diseñadas, una música excelente y un combate sencillo pero adictivo, lo que lo convierte en uno de los mejores juegos que nunca ha tenido la GBA.
También está disponible en todas las plataformas: Switch, PlayStation, Xbox y PC.
