El reciente aumento de las temperaturas significa que la primavera está oficialmente aquí. Después de un invierno frío y lluvioso, se siente un aire fresco muy necesario. La llegada de la primavera también hace que muchos de nosotros saquemos los guantes de goma, limpiadores de plumas y cepillos para dar a nuestros hogares la limpieza que tanto necesitan.
Aunque es agradable tener la casa limpia y fresca, siempre hay un par de zonas que no reciben tanta atención. Por eso hemos hablado con los expertos de Oven Rescue, que nos explicaron cinco lugares que pueden estar tan sucios como el baño. ¡No te olvides de limpiarlos!
Mucha gente piensa que los trapos de limpieza no ensucian porque se utilizan con limpiadores antibacterianos y desinfectantes. Sin embargo, eso no podría estar más lejos de la realidad. Los trapos de cocina son uno de los mayores focos de gérmenes porque no se consideran como tales, por lo que normalmente no se lavan con frecuencia.
Mucha gente cree que basta con dejarlos reposar en un desinfectante, pero eso no elimina todos los gérmenes. La mejor manera de hacerlo es poner el trapo en agua caliente, de lo contrario puede que estés simplemente limpiando bacterias dañinas por tu cocina sin saberlo.
Las toallas pueden estar ahí para secar y mantener las manos limpias, pero no siempre están limpias para empezar. Las toallas son el entorno ideal para los gérmenes, ya que generalmente permanecen húmedas durante mucho tiempo y rara vez se secan por completo.
Además, los estudios también demuestran que sólo el 16% de las personas se lavan las manos correctamente, lo que significa que todos los gérmenes sobrantes de las manos se esparcen por la toalla limpia. Estos gérmenes pueden ser de cualquier tipo, desde el virus de la gripe común hasta el norovirus.
Puede que la puerta del horno no sea lo primero que te venga a la mente cuando piensas en el lugar más sucio de tu casa, pero es uno de los mayores espacios que requieren limpieza.
Los gérmenes de los alimentos, como la carne cruda, el pescado e incluso las verduras sin lavar, pueden multiplicarse en la manija de la puerta del horno. Al preparar la comida, es muy fácil olvidarse de lavarse las manos, o no hacerlo bien cuando tenemos prisa, y tocar el pomo de la puerta para abrirla sin pensar. Sin embargo, al no lavarse las manos, bacterias como la Salmonella y la Campylobacter pueden propagarse a cualquier lugar que se toque.
A diferencia de las superficies de trabajo, las manijas de las puertas de los hornos rara vez se limpian. A partir de ahí, estas bacterias pueden llegar a todo lo que toquemos, incluidos los alimentos cocinados.