¿Hay algo mejor que un drama de época con una fotografía digna de un Oscar? Pues sí… ¡explosiones y helicópteros! Las explosiones y los helicópteros siempre serán mejores.
Hay pocas cosas mejores que las grandes y estúpidas películas de acción, aquellas que van más allá de los límites y te dan una patada en el estómago al estilo militar. Por puro entretenimiento, una película de acción puede ofrecerte una diversión absolutamente ridícula en una o dos horas.
Aquí te presentamos tres de nuestras favoritas de los últimos tiempos, que puedes ver ahora mismo en los principales servicios de streaming.
Al final de Misión de rescate 2, la película de acción protagonizada por Chris Hemsworth, vemos a nuestro protagonista, Tyler Rake, muerto. Ha fallecido… ha muerto… se ha ido… ya no existe… le han disparado varias veces, ha volado por los aires, ha caído de un puente y se ha ahogado. Sin embargo, en el mundo del cine, ¿cuándo una pequeñez como esa debería interponerse en el camino de una continuación? ¡Obviamente mejoró!
Estamos bastante seguros de que hay algún tipo de historia y trama en Misión de rescate 2, y estamos bastante seguros de que en algún momento se sentaron y escribieron una especie de guión. Lo que no hicieron fue dejar que esas cosas se interpusieran en el camino de hacer una película de acción absolutamente loca y sin sentido.
Los helicópteros explotan, la gente recibe millones de disparos, las cosas estallan en llamas y todo eso suele ocurrir mientras se cae desde lo alto.
Hemsworth está genial: se mete de lleno en la franquicia y se presenta como un héroe de acción muy simpático y fiable. Su físico es evidente y las escenas de acción están coreografiadas casi a la perfección. Son brutales, viscerales y crudas, sin contenerse en ningún momento y utilizando tomas únicas y ángulos cerrados para crear un estilo único y memorable.
Misión de rescate 2 no va a ganar ningún premio, pero no es su intención. Hace exactamente lo que pretende y no me cabe duda de que será la segunda de una serie de futuras entregas.
Basada en la serie de manga de los años 90 Alita, Battle Angel, la adaptación a la gran pantalla nos ofrece una visión de un futuro lejano en el que la humanidad ha adoptado plenamente el aumento cibernético y las líneas entre el hombre y la máquina se han difuminado. La ley y el orden parecen haberse derrumbado, las grandes corporaciones gobiernan todo y la separación entre ricos y pobres no es sólo una construcción social, sino también una cuestión geográfica. Los ricos viven en ciudades flotantes, perfectas y relucientes, mientras que los pobres viven en barrios marginales donde la vida es miserable y los asesinatos son moneda corriente.
En este contexto encontramos a Alita, una avanzada robot de combate con la mente y el alma de una niña humana. Con la memoria borrada y el cuerpo casi destruido, es devuelta a la vida y protegida por un médico local (Christopher Waltz) que está decidido a darle una vida normal a pesar de su pasado y sus evidentes habilidades.
Con impresionantes efectos visuales CGI, una historia escrita nada menos que por James Cameron, y Robert Rodríguez en la silla del director, se esperaba que Battle Angel: la última guerrera fuera un gran éxito que crearía una franquicia y serviría como la primera de una serie de películas… lamentablemente, eso nunca sucedió.
Sin embargo, es una película de acción muy sólida, con algunas escenas increíbles y demenciales, que no debería desanimarte. Tiene un aspecto muy buieno, un reparto de lujo y unas secuencias de acción asombrosas que, a pesar de su aspecto de dibujos animados, son sorprendentemente gráficas y maduras.
¿Qué se puede decir de John Wick que no se haya dicho ya? Es posiblemente la mayor franquicia de películas de acción del mundo en este momento, y John Wick 4 es aún más grande, más impactante, más larga y más intensa que sus predecesoras en casi todos los sentidos. También pone fin a la historia del protagonista, John Wick… aunque todos sabemos que eso no va a ocurrir.
En lugar de aburrirte con una sinopsis, nos centrarémos en una escena en particular en la que creemos firmemente que la película demuestra ser algo más que un simple shoot 'em up y se convierte simplemente en arte.
Hacia la mitad de la película, John (Keanu Reeves) se encuentra perseguido y atrapado en el interior de un viejo y descuidado bloque de apartamentos, armado únicamente con una escopeta y un cargamento de cartuchos Dragons Breath. La cámara sigue a John y luego se eleva, como un dron, hasta una posición elevada. Desde este punto de vista, vemos cómo, habitación por habitación, John se tirotea con muchos de los malos.
Toda la escena se desarrolla como una danza, como un ballet, con cada paso y cada movimiento perfectamente coreografiados y cada fotograma sobresaturado y dividido entre la cámara lenta prolongada y el celuloide acelerado e hiperrealizado. La intensidad de la escena y el nivel de talento y trabajo que debe haberse invertido en ella son alucinantes. ¡Es una escena absolutamente hermosa, digna de ser estrenada por sí sola!
John Wick 4 es la mejor de la franquicia hasta la fecha. Es complaciente, tiene muy poco sentido, su ritmo es impreciso y dura una hora de más, pero todo esto no significa nada cuando se ve como lo que es. Es, sencillamente, el mejor ejemplo del cine de acción moderno.