La PS5 tiene casi cinco años y, en ese tiempo, ha acumulado una biblioteca diversa de juegos, grandes y pequeños, que sigue creciendo constantemente. Algunos de ellos pueden ser bastante… extraños también. Y es aquí donde celebramos sus rarezas.
Por lo tanto, esta no es una lista de los mejores juegos de PS5 y PS5 Pro que puedes jugar actualmente (lo que no quiere decir que alguno de ellos no se convierta en uno de tus favoritos), sino más bien una selección cuidadosamente elegida de los juegos más extraños del sistema. A la PS5 no le faltan experiencias poco convencionales, pero estas son algunas de nuestras favoritas.
Durante un tiempo, Death Stranding, de Hideo Kojima, fue sin duda el juego más extraño sobre un hombre que da un largo paseo. Pero ya no es así, ya que ese título ahora pertenece a Baby Steps.
Juegas como un holgazán, un hombre-niño que viste una pijama de una pieza llamado Nate (no hagas preguntas) que, para su sorpresa, de repente se encuentra no en el sillón, sino al pie de una montaña que de alguna manera tiene que ascender.
En el 99 % de los videojuegos, hacer que tu personaje camine no es más complicado que empujar hacia adelante el joystick izquierdo o pulsar la tecla W del teclado. Pero en Baby Steps, un simulador de caminar muy literal, caminar es toda la esencia del juego.
Funciona así: en la versión para consola, cada gatillo controla una de las piernas de Nate, mientras que tú controlas el peso de cada zancada que das con el joystick izquierdo. Puede que siga pareciendo bastante sencillo, pero el exigente sistema físico te complica constantemente la vida, hasta tal punto que, cuando empiezas a jugar, darás un puñetazo al aire de alegría si consigues avanzar varios metros sin caer de cara.
Baby Steps es cómicamente difícil y deliberadamente injusto, pero también es uno de los juegos más divertidos que jamás hayas jugado. Ver a Nate caer lentamente por un deslizamiento de tierra en la cima de una colina que has tardado 10 minutos en escalar con cuidado puede ser tan frustrante que te dan ganas de romper el control. Sin embargo, todo encaja en el contexto de la pesadilla surrealista en la que se encuentra nuestro héroe sin esperanza.
El acertadamente llamado Tiny Terry's Turbo Trip es un poco como un Grand Theft Auto en miniatura, excepto que, en lugar de que tu objetivo sea llegar a lo más alto del mundo criminal, intentas ir al espacio.
Este es el único sueño en la vida del ambicioso Terry, y mientras que la mayoría de los aspirantes a astronautas siguen la ruta académica, Terry cree que puede lograr viajar al espacio fingiendo ser taxista y reuniendo los materiales suficientes para mejorar su coche, de modo que pueda propulsarse a través de la atmósfera terrestre y llegar a las estrellas.
El juego es una aventura sandbox muy divertida en la que conduces por una ciudad y realizas recados para los excéntricos lugareños a cambio de dinero o de información sobre el paradero de chatarra enterrada que puede utilizarse para mejorar las capacidades turbo de tu taxi. Estas tareas van desde robar coches para revenderlos a los habitantes de callejones sombríos, hasta dominar una clase de yoga y advertir a un bañista de que, literalmente, está en llamas.
Equipos como una red para atrapar insectos y un planeador ayudan a Terry a tachar su críptica lista de objetivos, y aunque el juego es bastante rudimentario y simple si se compara con un juego real de GTA, es lo suficientemente corto como para no resultar pesado.
El sentido del humor extravagante, los personajes extraños y los diálogos genuinamente divertidos de Tiny Terry's Turbo Trip lo convierten en una experiencia memorable.
La línea de lanzamiento de la PS5 tenía un poco de todo. Los fanáticos incondicionales de PlayStation pudieron disfrutar de títulos como Marvel's Spider-Man: Miles Morales y el remake de Demon's Souls, mientras que toda la familia pudo disfrutar de los juegos incluidos Astro's Playroom y Sackboy: A Big Adventure. Y luego estaba Bugsnax.
En este juego de aventuras en primera persona, te pones en la piel de un reportero de periódico en decadencia que recibe una invitación para documentar Snaktooth Island, un misterioso lugar habitado por criaturas que son (y esto es importante) mitad insecto y mitad bocadillo.
Naturalmente, aceptas la invitación, pero al llegar (un viaje accidentado, ya que tu barco es derribado por una polilla gigante en forma de pizza) descubres que el investigador que te convocó ha desaparecido. Vaya historia.
La mayor parte del juego se centra en explorar la isla y repoblar el pueblo central capturando diferentes especies de bugsnax. Esto se consigue utilizando diversas herramientas para atraer a las criaturas híbridas, diseñadas con mucha imaginación, y poder capturarlas con tu red.
Si te dijéramos que un tipo concreto de gusano de la isla Snaktooth puede atraerse disparándole gotas de ketchup con tu honda, pero que a otro insecto muy parecido solo le gusta la mostaza, te harías una idea bastante clara de lo que te espera. Y oye, aunque no te guste el juego Bugsnax, es posible que te guste su tema musical.