Tras los rumores de un Switch Pro, los fans de Nintendo tuvieron que conformarse con el Nintendo Switch OLED, una consola que presenta mejoras mínimas respecto al original.
El pasado E3 dejó a todos los seguidores de Nintendo un tanto insatisfechos ante la ausencia de nuevo hardware tras meses y meses de especulaciones sobre la eventual presentación de una nueva consola Switch, la cual, se había rumoreado se llamaría Switch Pro y traería una mayor capacidad de almacenamiento, un procesador más poderoso y significaría la entrada de Nintendo a los juegos 4K.
Es por ello que el anuncio de un nuevo Nintendo Direct entusiasmó a los gamers que aseguraban, no se habían equivocado en sus predicciones de un nuevo hardware proveniente de la casa de Mario y Zelda, y tenían razón, solo que no era exactamente la consola que esperaban.
En lugar de la poderosa Switch Pro que tantos seguidores y analistas de la industria juraban aparecería para coronar a Nintendo como el ganador insospechado de esta nueva generación de consolas, la compañía japonesa les entregó un modelo idéntico a la primera generación de la consola con algunas mejoras menores.
Y es que el Nintendo Switch OLED no se diferencia mucho de su hermano mayor, sigue con la misma fórmula de los 1080p (Full HD) para el modo Dock y los 720p (HD) en modo portátil, que ahora se ve enriquecido por una pantalla OLED de 7 pulgadas, es decir 0.8mm más grande que el modelo original, audio mejorado para el modo portátil, así como un puerto Ethernet para conexión a Internet por cable y un aumento al doble de la capacidad de almacenamiento que pasa de 32 a 64 GB.
Y mientras hubo quienes se entusiasmaron por la nueva consola, el sentimiento general hacia Nintendo fue de crítica ante lo que se consideró una "burla" a las peticiones y deseos de los fanáticos de la marca, la lluvia de memes y comentarios agrios en redes sociales no se hizo esperar. ¿Es realmente para tanto?
Mi opinión personal es: No.
Desde el lanzamiento del Wii en 2006, Nintendo había apostado a bajarse de la guerra de consolas, optó porque la sucesora del Gamecube no compitiera directamente con la PlayStation 3 y el Xbox 360, ni en términos de resolución de imagen, audio, prestaciones o multimedia. De hecho en sus entrañas el Wii es un Gamecube bajo otra piel, con un sistema innovador de juego a través de movimiento y rastreo de los controles por infrarrojos.
La fórmula le funcionó a Nintendo, que hizo de la Wii una de sus consolas más exitosas solo detrás del Nintendo DS y del Game Boy Color, por supuesto que una fórmula en donde el hardware es relativamente "barato" ya que no se requieren los procesadores, GPUs y memorias de última generación, y una apuesta por contenido de éxito probado son una combinación que arroja buenos dividendos.
La apuesta se repitió con la Wii U, que más que una nueva consola puede considerarse una evolución de la Wii original, y como su hermana mayor, la Wii U siguió por el camino de ser una consola de prestaciones inferiores a la feroz batalla que libraban PlayStation 4 y Xbox One.
Switch no abandona esa filosofía, y aunque ha vendido 78 millones de consolas desde su aparición en 2017, los seguidores de la marca comienzan a preguntarse cuándo podrán aprovechar el potencial de sus nuevos televisores 4K con una consola manufacturada por Nintendo. Es por ello que es comprensible la decepción que muchos sienten frente al nuevo anuncio.
En lo particular he tenido todas las consolas de Nintendo, a excepción del N64, DS y Wii U, y debo decir que cada una me ha dado horas y horas de diversión, la última consola que compré fue la Wii, allá por 2007 y puedo decir que 13 años después me sigue dando toneladas de diversión.
New Super Mario Bros, Mario Kart Wii, Wii Sports, Tomb Rider Anniversary, Silent Hill Book of Memories por citar solo algunos de su increíble librería de títulos, sumados a los clásicos de NES, SNES y N64, así como la posibilidad de leer los discos de la Game Cube la hicieron una "todo en uno" de Nintendo que hasta el día de hoy considero como el mayor éxito de consolas caseras de la compañía.
Entiendo la apuesta de Nintendo con Switch, el formato Casa/Portátil ha sido un factor que ha impulsado las ventas sin duda, es consola y GameBoy al mismo tiempo, tiene una librería en crecimiento, están los clásicos (aunque haya que comprarlos de nuevo, no importa si ya los habías adquirido en Wii o WiiU), pero lo que ya no hay, es espacio para seguir jugando con el software obsoleto para aumentar la ganancia a cambio de un form factor innovador.
Tanto la Wii como la Wii U vivieron el paso de los televisores convencionales a las pantallas planas, las primeras de ellas en HD (720p) y con el paso del tiempo las más costosas en Full HD (1080p), es por ello que la Wii apenas alcanza resolución de DVD (480p) mientras que la Wii U alcanzaba Full HD (1080p), las pantallas de entonces no exigían mucho, no eran tan comerciales, no justificaban (ni hacían necesario) jugar con resoluciones tope cuando los televisores con resoluciones tope no alcanzaban a la mayoría de los consumidores por cuestión de costo.
Conectar una Wii a una pantalla Full HD hoy día debe hacerse con un adaptador HDMI y aún así, la imagen no se ve tan nítida como en aquellos viejos días de las pantallas de plasma HD. Lo mismo le pasa a la Switch con las pantallas 4K.
El formato 4K se ha abaratado en los años posteriores a la aparición de la primera generación de Nintendo Switch y su glorioso Full HD ya no se ve tan nítido y cristalino en pantallas de ese formato. La mayoría de los estudios acompañan a las demás plataformas en su evolución: Sea PC, Microsoft o Sony, se habla de ray tracing, 144hz, 60 fps, es decir, una fiesta gráfica para los ojos y que a muchos estudios les significa un obstáculo para mirar a Nintendo.
El contenido que ya han desarrollado simplemente no se ve en un Switch el hardware no lo soporta, y peor aún, hacer un port de un juego AAA para cumplir con los requerimientos de la Switch, no solo es tardado y los distrae de nuevos desarrollos, sino que también cuesta mucho dinero.
El mundo se prepara para dar el salto a 8K el año siguiente y se espera que tecnologías como 5G y Wifi6 aceleren la masificación de este formato en los próximos 5 años haciendo del 4K un estándar de visualización y el 8K ocupará el lugar de 4K como formato premium, ante esta realidad indiscutible a Nintendo se le acaban los argumentos para vender a sus usuarios consolas armadas con hardware obsoleto, con una gran experiencia de juego sin duda, pero hardware obsoleto al fin.
Una pantalla OLED no basta para justificar una nueva consola, mucho menos desperdiciar esa pantalla en juegos que corren a resoluciones que ya teníamos en 2005, como ejemplo el PS Vita que el año entrante conmemorará el décimo aniversario de su lanzamiento, ya contaba en 2012 con una pantalla OLED y juegos a 1080p.
Si no tienes aun una consola Switch, este es el momento ideal para comprar una, si es que deseas darte la experiencia. Si ya tienes una, consérvala, los juegos de tu consola lucirán mucho mejor en el modo Dock si ya tienes una pantalla OLED ya que podrás experimentarlos al menos a 1080p, creéme, un panel OLED para reproducir contenido en 720p es como rentar una sala de cine y poner una pantalla de 32 pulgadas para ver la película.
Nintendo Switch sigue siendo un éxito de ventas, pero más allá de la guerra de consolas, los formatos de video de alta calidad como 4K y 8K se perfilan para ser la norma, Nintendo no puede seguir escatimando a sus usuarios el derecho de jugar un nuevo título de Mario, un remake de Zelda, un Metroid en 4K. La fórmula mágica de la gallina de los huevos de oro se está comenzando a agotar, así como la paciencia de muchos de sus seguidores.
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