Parece que fue ayer cuando me dijeron que debería estar haciendo maratones (binge-watching) de series recién salidas del horno.
Los servicios de streaming hicieron sonar los tambores del binge-watching cada vez más fuerte, animados por los críticos que podían hacer reseñas de series completitas en cuestión de horas, amarrándose al sillón para llegar a los grandes finales antes de que los demás mortales pudieran siquiera ver el primer episodio. Y entonces pasó lo inevitable.
Se pidieron más shows y se lanzaron en masa, alimentados por una emoción que poco a poco iría decayendo, mientras encontramos cada vez más difícil sentir que un nuevo programa nos podría regresar a la agitación inicial, ya no digamos sentirnos enamorados... y esquivar spoilers también se volvió una habilidad necesaria.
La mezcla de más y más series "nunca antes vistas", así como aquellas series abandonadas, todo al mismo tiempo, simplemente hizo más complicado sentirse involucrado, pues siempre había otra que ofrecía otras 10 o 20 horas de "nuevo contenido".
Significativamente, esta cultura del binge –donde cada episodio es un derroche de dinero por parte de los servicios de streaming– aceleró el colapso de la experiencia real y la conversación sobre las series. Cuando algunos han visto cada episodio de la serie, pero hay quienes solo han visto uno o dos, es muy difícil de mantener una conversación que capture la inmediatez de las experiencias como espectadores.
Y si somos brutalmente honestos, desde nuestra perspectiva, una de las consecuencias de la guerra entre los servicios de streaming fue la imperiosa necesidad de salvar la televisión.
Y es ahí donde Disney Plus va un paso adelante desde su lanzamiento y –para nosotros al menos– ha salvado el interés por ver de nuevo la tele. Y lo está haciendo al tomar pequeños paso hacia atrás, regresando un poco a la transmisión tradicional de programas y series... curiosamente. Eso es porque Disney Plus se las ha arreglado para hacernos revivir momentos: aquellas ocasiones cuando platicabas con tus amigos acerca de la serie que todos acababan de ver.
Disney Plus ha logrado todo esto haciendo nuevos shows para televisión que son excelentes, primero; y segundo, volviéndolos eventos presentando tráilers impresionantes mucho antes de su lanzamiento... y también haciendo entrega de un capítulo cada semana.
Fíjate nada más en lo que pasó con Wandavision: se convirtió en una sensación a inicios de año. Incluso televidentes que no eran del todo fans de Marvel ni de superhéroes en general, se quedaron enganchados con el programa. En muchas oficinas (incluyendo las nuestras) se convirtió en tema de conversación a la hora del café, así como en páginas como Slack.
Y se acaba de confirmar el lanzamiento de Loki el 9 de junio, con nuevos episodios cada miércoles. Justo la continuación de los esfuerzos que se han hecho. En nuestra mente, Loki será la próxima experiencia televisiva en comunidad y no será la última. Ya hay muchos estrenos próximos que suenan increíbles.
Ya se empiezan a apilar títulos como Obi-Wan Kenobi, que viene con un elenco extraordinario y ya se está filmando en Los Angeles. ¡Ya no podemos esperar más! También The Mandalorian va a ampliar el universo de Star Wars de una forma maravillosa, al tiempo que nos vamos alejando del binge-watching.
Seguro, Netflix y Amazon Prime también tienen series y programas que se hacen por entregas cada semana, pero además de The Witcher y The Boys, no se nos ocurre otro que haya tenido el efecto de reunir a personas en conversaciones alrededor de un café o una tarde entre amigos, como Disney Plus lo está haciendo y perfeccionando. Y, bueno, estos servicios necesitan ponerse pronto las pilas o van a perder más televidentes que cambian a Disney Plus.
En la reseña de T3 UK sobre Disney Plus, se dijo que está entregando "contenido de otro mundo", y ahora –más que nunca– lo está logrando con un nuevo universo televisivo.
Como muchas personas que trabajan, no tenemos mucho tiempo para ver tele, así que el hecho de esperar para ver series como Loki y compartir esa experiencia con otros, nos entusiasma de verdad. ¡Que ya llegue el 9 de junio!